sábado, 27 de octubre de 2012

Ciudadanos hipotecados



Ya ha sucedido. Ahora el partido que gobernó hasta no hace mucho se lamenta por no haber actuado y el que gobierna dice que ya está actuando. (Lo que ha hecho es elaborar una normativa de buenas prácticas que a lo más que llega es a la recomendación de agotar todas las vías antes deproceder al desahucio, y a la que “voluntariamente” se puede adherir el banco de turno).

Pero lo cierto es que se sigue aplicando una ley que echa de su casa al que no puede pagar la hipoteca y no por eso queda cancelada la deuda. No importa que esa ley esté caduca y que no responda a una realidad herida de muerte por la crisis económica. No importa que la responsabilidad de las concesiones hipotecarias están cuando menos compartidas entre prestamista y prestatario. No importa que para sanear las pérdidas de la banca el estado aporte dinero público.

Para cambiar la ley que hace posible este drama social hace falta voluntad política, valentía para enfrentarse al poder económico y sensibilidad para ponerse en la piel de los ciudadanos que pierden su trabajo, su casa y su vida. 

Poner fin a los desahucios debería ser una obligación para nuestros dirigentes y no una recomendación que emane de ellos. Y si ellos no lo entienden así, los ciudadanos debemos hacer que lo asuman. Presionemos desde todas las instancias. Ya está bien, pongamos fin a los desahucios. Tenemos hipotecada nuestra casa, pero no somos ciudadanos hipotecados ni vivimos en una sociedad de mierda. ¿O sí?

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